El aceite de oliva virgen extra es un pilar fundamental de la dieta mediterránea, conocido por sus numerosos beneficios para la salud y su delicioso sabor.
Sin embargo, a lo largo de los años, han surgido varios mitos y curiosidades en torno a este “oro líquido”.
En este blog, te explicaremos algunas de las curiosidades y mitos sobre el aceite de oliva virgen extra.
Curiosidades sobre el aceite de oliva
- Calorías y control de peso: A pesar de ser un aceite, estudios han demostrado que el consumo moderado de aceite de oliva, no contribuye al aumento de peso y puede incluso ayudar en el control de peso debido a su efecto saciante. Cada gramo de aceite de oliva cuenta con 9 kilocalorías. Por lo que es una de las grasas de origen vegetal con menor índice de calorías.
- España como principal productor: nuestro país es el principal productor mundial de aceite de oliva. Contamos con una superficie de 2,3 millones de hectáreas y casi 2000 variedades de olivo.
- Cantidad diaria: Médicos y profesionales recomiendan ingerir de dos a tres cucharadas (entre 20 y 40 gramos) de aceite de oliva virgen extra para fortalecer nuestro sistema inmunológico, tener más resistencia y que nuestro cuerpo esté más protegido frente a virus, hongos o bacterias.
- Propiedades antioxidantes: El aceite de oliva es rico en antioxidantes naturales, como la vitamina E y los polifenoles, que ayudan a combatir el daño celular y reducen el riesgo de enfermedades crónicas.
- Origen incierto: El aceite forma parte activa de nuestra cultura y gastronomía, tanto en el presente como en el pasado pero ¿cuándo surgió el aceite de oliva? A día de hoy no se sabe la procedencia de algo tan cotidiano y consolidado como es el aceite de oliva.
Mitos sobre el aceite de oliva
- Color verde: comúnmente el color verde del aceite de oliva, se suele relacionar con la mayor calidad del producto. Pero sin embargo esto no es cierto, el color intenso del aceite puede deberse a una cosecha temprana o incluso a una mayor cantidad de clorofila en el fruto.
- Amargor y picor: estas características atribuyen la intensidad a cada tipo de aceite de oliva, aunque también depende del tipo de aceituna. Por regla general estos rasgos son positivos para el aceite ya que denotan una alta calidad del aceite de oliva.
- Solidificación: este es otro de los mitos más escuchados, ya que el hecho de que el aceite quede sólido con el frío, no significa que sea de una calidad superior. Si prestas un poco de atención, verás cómo otros aceites refinados de baja calidad también presentan ese fondo espeso y blanquecino en los meses más fríos.
- Refrigeración: el aceite de oliva no necesita guardarse en la nevera. De hecho, guardarlo en la nevera puede causar que se solidifique y afecte su textura. Lo ideal es almacenarlo en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz directa y fuentes de calor.
- Fecha de caducidad: Aunque el aceite de oliva tiene una vida útil más larga que muchos otros aceites, no es inmortal. Para disfrutar de su mejor sabor y propiedades saludables, se recomienda consumirlo dentro de los 18 a 24 meses posteriores a su prensado. Con el tiempo, el aceite puede oxidarse y perder sus cualidades beneficiosas.
El aceite de oliva virgen extra es mucho más que un simple ingrediente culinario. Su rica historia, numerosas variedades y beneficios para la salud lo convierten en un verdadero tesoro de la dieta mediterránea.
Al desmentir los mitos y conocer más sobre sus propiedades, podemos apreciar mejor este “oro líquido” y aprovechar al máximo sus cualidades.
Ya sea en una ensalada fresca, un guiso tradicional o simplemente acompañado de un buen pan, el aceite de oliva siempre aporta un toque especial y saludable a nuestros platos.
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