El olivo es una planta típica de nuestros climas mediterráneos, cuyo cultivo se ha extendido por casi todo el mundo. Es conocido por ser el árbol que nos provee de las aceitunas y de los diversos derivados que vienen de estas, como nuestro exquisito aceite de oliva virgen extra.
Sus usos son muy variados, desde olivos destinados a la producción de aceite de oliva de calidad, hasta olivos que simplemente son utilizados con fines ornamentales.
Este árbol se caracteriza por su resistencia y longevidad, pero sin embargo también requiere unos cuidados específicos para que prospere adecuadamente. Este mantenimiento adecuado es necesario para conseguir la mejor calidad posible de nuestros aceites de oliva.
En este blog te explicaremos los diferentes cuidados que necesita un olivo.
1. Ubicación y clima adecuado
Los olivos prefieren climas templados a mediterráneos, con veranos calurosos e inviernos suaves. Necesitan mucha luz solar, al menos seis horas diarias.
Es por ello que nuestra provincia, Málaga, es ideal para el buen desarrollo de los olivos.
2. Suelo fértil
El olivo prospera en suelos bien drenados y ligeramente alcalinos, con un pH entre 6 y 8.
Es importante evitar suelos pesados y arcillosos que puedan acumular agua, ya que esto puede provocar enfermedades radiculares.
3. Riego especial
Sabemos que esta planta tiene una resistencia especial a los climas muy secos, pero sin embargo el olivo también necesita de un riego regular durante los primeros años de vida, y en concreto en los períodos secos prolongados.
El riego debe ser profundo, pero realizarse de forma espaciada para fomentar un desarrollo adecuado de las raíces fuertes.
4. Podas periódicas
La poda es fundamental para la formación adecuada del árbol y para maximizar la producción de aceituna.
Se realiza principalmente en las épocas de primavera y verano, eliminando ramas muertas, enfermas o cruzadas, y dando forma al árbol para facilitar la recolección y mejorar la ventilación.
Existen diferentes tipos de poda:
Según el objetivo:
- Poda de formación: en plantaciones jóvenes para construir esqueleto que soporten futuras cosechas.
- Poda de producción: se realiza en árboles adultos para mejorar la producción.
Según la fecha:
- Poda de invierno: se realiza durante el periodo de reposo de las plantas.
- Poda de verano: se realiza durante el periodo de crecimiento vegetativo.
Según la técnica
- Poda corta: rebaje severo de ramos para obtener fructificación.
- Poda de rejuvenecimiento: renovación de la planta cuando está envejecida.
- Poda de renovación: rebaje severo de las ramas para forzar su crecimiento.
5. Abono específico
Los olivos necesitan nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio para crecer y producir frutos.
El abonado se realiza generalmente a principios de primavera y finales de verano, utilizando fertilizantes específicos para árboles frutales o productos naturales como compost.
6. Control de plagas y enfermedades
Aunque el olivo es resistente a muchas enfermedades y plagas, puede verse afectado por insectos como la mosca del olivo o enfermedades fúngicas como la repilo.
Es importante monitorear regularmente el árbol y aplicar tratamientos preventivos según sea necesario, ya que si no se controla a tiempo pueden generar enfermedades que acaben con la plantación de todo el olivar.
7. Recolección de frutos
Si el objetivo es la producción de aceitunas, la recolección debe realizarse en el momento óptimo, generalmente a finales de otoño o principios de invierno, dependiendo de la variedad.
Las técnicas de recolección pueden incluir métodos manuales o mecanizados.
Estos son los diferentes cuidados que necesita un olivo para crecer saludablemente y, en el caso de la producción de aceitunas, para garantizar una cosecha abundante y de calidad.
Adaptar estos cuidados a las condiciones específicas de tu región y tipo de suelo es clave para el éxito en el cultivo del olivo.
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